El debate público en el terreno de las alternativas al sistema monetario y financiero está creciendo en intensidad a causa de la falta de soluciones efectivas a la crisis financiera, que afecta de forma importante a la economía y a toda la sociedad y también por la percepción de una parte de la sociedad de que hay una cierta injusticia en el reparto desigual de la facultad de emitir dinero. Para hacer frente a este debate, es imprescindible entender la situación de la que partimos. Este artículo pretende mostrar de forma resumida y llana los mecanismos de crear y destruir dinero en el sistema monetario y financiero convencional de cualquier país de la zona euro. Para ello, nos referiremos al criterio del Banco Central Europeo para definir el dinero en circulación.
Introducción
Cuando hablamos de la creación y destrucción de dinero, tenemos que tener presente que nos referimos a la forma en que los agregados monetarios crecen o decrecen. Los agregados monetarios miden el dinero en manos del público no bancario (PNB) residente en la zona euro y más adelante explicaremos su composición.
Esto es así porque lo que tiene efecto en la economía es el dinero en manos del público no bancario (PNB), tanto si es en forma de efectivo (billetes y monedas), como si está en forma de depósitos (las cuentas bancarias que todos usamos para cobrar nuestra nómina y domiciliar nuestros pagos). Un ejemplo significativo: 100€ en billetes depositados en la caja fuerte de un banco no es dinero en circulación, ya que no está incluidos en ningún agregado monetario; sin embargo, 100€ en billetes en el bolsillo de cualquier persona física residente en la zona euro sí es dinero en circulación, igual que lo sería si estuvieran en la cuenta corriente bancaria de esa persona.

De este modo, para entender cómo se crea y destruye el dinero, tenemos que ver el mundo dividido en dos sectores: El sector generador de dinero y el público no bancario (PNB).
El sector generador de dinero está compuesto por el gobierno central, el banco central, el sistema de bancos centrales nacionales y el sistema bancario o Instituciones financieras monetarias (IFM), y en el público no bancario estamos todos los demás: particulares, empresas, y gobiernos locales. Así, el Banco Central europeo define el sector poseedor de dinero (o público no bancario) (1):
“Para las estadísticas monetarias de la zona del euro, el sector poseedor de dinero comprende todos los residentes que no son Instituciones Financieras Monetarias (IFM) de la zona del euro, excepto el gobierno central, es decir, los hogares, las sociedades no financieras, corporaciones financieras que no sean IFM, las comunidades autónomas, fondos gubernamentales y de seguridad social locales. El gobierno central se considera que constituye un sector monetario neutral, salvo que los pasivos del gobierno central con un carácter monetario se incluyen en los agregados monetarios. Los activos monetarios emitidos por las IFM en posesión del gobierno central no se cuentan en el sector poseedor de dinero.” (los depósitos que el gobierno central mantiene con las IFM y la posesión del gobierno central de otros instrumentos monetarios emitidos por las IFM)”
Por lo tanto, llamaremos creación monetaria a toda transacción desde el sector generador de dinero hacia el público no bancario. Y la destrucción monetaria se produce cuando del público no bancario se realiza una transacción hacia el sector generador de dinero.